Una tropa del ejercito romano logra atravesar las líneas enemigas y llega hasta Hipona, reavivando en el pueblo la esperanza de que el ejercito romano llegará a tiempo a derrotar a los vándalos.
El joven jefe de la tropa, Fabius se queda enamorado de Lucila, la sobrina de Agustín, pero Fabius culpa al obispo de la muerte de su padre, Marcelino. El Tribuno Imperial, Valerius decide enfrentarse a los vándalos, en contra de la opinión de Agustín.
Una noche, mientras Fabius se encuentra de guardia, Agustín le da posibilidad de escapar junto a Lucila pero antes le relata los sucesos más importantes de su vida: sus dotes para la oratoria y la vida licenciosa de su juventud; el viaje a Mediolanum (Milán) para ayudar al Emperador contra el obispo Ambrosio; su conversión al cristianismo y su actividad episcopal hasta su retorno a Hipona.